ANUBIS, SEÑOR EMBALSAMADOR DE CUERPOS

Existen algunas leyendas sobre el nacimiento de Anubis. Una de ellas cuenta que la diosa Neftis dio a luz un hijo varón al que llamó Inpu o Anubis, y su padre era Osiris, la concepción tuvo lugar en una ocasión en que Osiris, estando ebrio, tuvo relaciones con su cuñada Neftis, confundiéndola con su esposa Isis.

Plutarco tiene otra versión: Nedtis estaba muy triste porque su esposo Set, era estéril y no podía darle un hijo. Por esa razón, decidió disfrazarse de su hermana Isis y engaño a Osiris para engendrar con él al dios chacal Anubis. Sigue contando que Set se dio cuenta del engaño y Neftis decidió entregar el niño a su hermana Isis para que lo protegiera y cuidara. Otra leyenda dice que Anubis era hijo de Set, o del dios solar Ra.

A Anubis se le representa con cabeza de chacal y cuerpo humano, o como un perro de pelo negro recostado y con la cabeza vigilante. Durante todo el Imperio antiguo, Anubis ocupó el puesto de gran dios de los difuntos y juez de los muertos. Durante el Imperio Medio, Osiris lo relevó, Anubis pasó a ser el que guiaba las almas, guardián de las necrópolis y dios embalsamador de cuerpos.

El dios Anubis era el responsable de preocuparse del difunto durante el transcurso de un embalsamamiento, siendo el patrón de los embalsamadores. Se le solía representar de pie junto al lecho del difunto, agachado sobre la momia y tocándola.

Durante los embalsamamientos, los sacerdotes llevaban puestas unas máscaras de chacal, con ellos personificaban a Anubis, y recitaban invocaciones al dios. Durante la parte final de todo el proceso de embalsamamiento, en el momento de colocar los vendajes y los amuletos protectores, los sacerdotes de Anubis recitaban unos textos mágicos-religiosos. Al final, la momia era colocada en el interior de un féretro de madera para enterrarlo.