EL EMBARAZO PSICOLÓGICO DE MARÍA TUDOR
En el tratado diplomático se especificaba que Felipe no sería nunca rey efectivo de Inglaterra, sino solo rey consorte, pero que el hijo que naciera de esa unión sí reinaría en las dos naciones; España e Inglaterra.
Poco tiempo después de la boda, María empezó a dar señales de encontrarse embarazada. Las damas de la corte certificaron la falta de menstruación de la reina y un aumento en su cintura. La reina estaba feliz, el rey también.
Al final todo quedó en una mentira. Los meses pasaban y la reina no daba a luz, los médicos que pudieron tener acceso a ella dudaban de que estuviera embarazada. Su marido, que no había vuelto a mantener relaciones desde el matrimonio, esperaba sin saber que hacer o decir, pero dudando del embarazo y deseoso de volver a sus territorios, cosa que le impedía el tener que estar presente en el nacimiento de su hijo.
Cuando se confirmó el embarazo psicológico de María, Felipe II abandonó Inglaterra y no volvió jamás, ni siquiera cuando unos años después María Tudor murió. El motivo de ese embarazo pudo ser el profundo enamoramiento que sentía por Felipe y su fervoroso deseo de tener un hijo suyo.
0 comentarios :
Publicar un comentario