SEÑALES EN EL CIELO

En la antigüedad, muchas personas vieron señales en el cielo en momentos críticos de su historia.

Hacia el año 715 a. C., Rómulo, fundador de Roma, desapareció de repente de la superficie de la Tierra, mientras el Sol se ocultaba, al caer de repente la noche, agitada por una terrible tormenta e incontables relámpagos. Algo parecido se cuenta durante la crucifixión de Cristo en la víspera de la Pascua, cuando al mediodía de pronto el cielo se oscurece durante varias horas. El 3 de abril del año 33, tuvo lugar un eclipse de luna, una de las dos fechas recordadas para la crucifixión, al finalizar la tarde.

En el año 312, el emperador romano Constantino el Grande debía librar una batalla contra si rival Majencio en el puente Milvio, antes de partir, sus soldados le enseñaron en el cielo la forma luminosa de una gran cruz, que según la leyenda tenía una inscripción: “Por este signo vencerás”. Constantino prometió, entonces, que si vencía, el Cristianismo tendría derecho de ciudadanía en el Imperio. Venció, y en el año 313 suspende las persecuciones a los cristianos.

Después de la batalla en la que el ejército romano-gótico derrotó a Atila en julio del año 451, Damaskios, autor de la época, cuenta que durante tres días y tres noches los espíritus de los muertos prosiguieron el combate en el cielo. Con toda probabilidad es una interpretación de la observación del gran cometa Halley que iluminó el cielo durante un mes, era el verano del año 451.