EL NACIMIENTO DE FELIPE II

El martes 21 de mayo del año 1527 nació en Valladolid don Felipe, eran las cuatro de la tarde. La reina Isabel de Portugal tuvo un parto muy largo, más de trece horas, durante el mismo dijo: “Eu morrerei, mas non gritarei”, en referencia a que se negaba a gritar de dolor en público, ya que los partos eran una ceremonia más de la corte. También le taparon el rostro con un lienzo al dar a luz, para no enseñar las facciones desencajadas ante los cortesanos, las ventanas cerradas y a oscuras en el interior, nació el primogénito, también estaba presente su padre, el rey Carlos I de España.

Enseguida las campanas anunciaron la noticia del nacimiento del heredero al trono y, con fecha del mismo día, el secretario Francisco de los Cobos y el monarca informaron al resto de las ciudades.

El día del nacimiento caía una lluvia torrencial. Valladolid carecía de un palacio real que albergara a la corte, su palacio real era el convento de San Benito. Los reyes ocupaban un caserón que era propiedad de don Bernardino Pimentel, al lado de la iglesia de San Pablo de los dominicos (hoy es la Diputación Provincial).

A ese bebé rubio, de rizados cabellos, ojos azules y piel muy blanca, lo bautizaron el 5 de junio de 1527, en la iglesia de San Pablo, la comitiva para bautizar a príncipe solo tuvo que cruzar la calle, eso sí, con toda la grandeza y el ceremonial que la ocasión merecía.