LITERATURA OMEYA

Los Omeya producían una literatura palaciega, encargada de cantar las glorias de los omeyas andalusíes. Se dedican a relatar la grandeza de al-Andalus desde su conquista musulmana, como al-Razi (el moro Rasis) o Ibn al-Qutiyya (el hijo de la goda), o a escribir las biografías de sus hombres ilustres, como al-Jusaní, autor de “Historia de los jueces de Córdoba”.

Los poetas se convierten en funcionarios reales, y son los encargados de glosar con sus himnos los hechos del califa, está poesía cortesana llegó a tener una gran calidad, hasta el punto de que se exporta: un disidente, Ibn Hani, escapa a la Corte de los fatimíes, enemigos de los omeyas, para cantar la gloria de este imperio africano.

Los orientales continuaban llegando a al-Andalus, como el filósofo Abu Ali al-Qali, cuyas enseñanzas admiraron a los cordobeses, tanto los entusiasmo que Abd al-Rahman le nombró preceptor de su hijo y heredero al-Hakam. Cuando llegó a califa, después del largo reinado de su padre, era un hombre maduro que había ocupado muchas horas de su vida a la lectura, reuniendo una enorme biblioteca.

Los literatos, poetas, e historiadores seguían por los pasillos del palacio, bajo la protección del califato, aunque había algún disidente como al-Ramadí (el ceniciento), cuyos mordaces versos le llevaron a prisión. Al-Hakam II emprende la construcción de la parte más noble de la mezquita de Córdoba; la maqsura, con sus bóvedas nervadas y sus arcos lobulados, y el mihrab, para el que hizo traer un mosaico de Constantinipla.

Cuando Almanzor (Ibn Abi Amir), a la muerte de al-Hakam, arrebata el poder califal, aprovechando la minoría de edad de Hisam II, quema algunos libros de al-Hakam II, sospechosos de impiedad. Se construye una ciudad-palacio Madinat-al Zahira, y para cuando regresa de sus campañas contra los cristianos se rodea en la Corte de los más brillantes literatos del reino. Uno de ellos Said de Bagdad, era capaz de improvisar un poema floral o componer una novelita de amor. Ibn al-Darrach al-Qustallí, después de pasar un examen se convirtió en el cantor oficial de Almanzor.