LA BASURA EN OTROS TIEMPOS

En la antigüedad sólo se generaban residuos orgánicos que la naturaleza se encargaba de eliminar fácilmente. En los restos de basureros del Neolítico se han encontrado basuras sólidas como anzuelos, puntas de lanza rotas, elementos decorativos, etc., situados en acantilados y ribazos alejados de los pueblos.

En otras épocas las personas se deshacían de la basura tirándola al mar y a los ríos, cuando no era posible, se abandonaba en el campo lejos de los poblados, en vertederos que se convertían en focos de infección y el origen de numerosas plagas que trasmitían enfermedades a las personas, además de ser un nido de ratas, que también se encargaban de trasmitirlas.

En el año 1884, el prefecto de Grenoble (más tarde prefecto de París), Eugenio Poubelle, ordenó que se colocaran a la entrada de los edificios, unos cubos para recoger la basura del vecindario, se promulgó una ley que decía no disponer de los residuos de manera individual, sino que todos debían depositarlos en los cubos.

El mismo prefecto ordenó que se organizara un cuerpo de recogedores de basura urbana, su presencia se debía advertir mediante un toque de corneta. Estos trabajadores municipales disponían de grandes carretillas en los que trasladaban la basura a un lugar alejado de la ciudad.

En los demás países europeos, se deshacían de la basura arrojándola por la ventana, o abandonándola en las afueras de las ciudades, en vertederos, o en la entrada de las ciudades. En el año 1912, se colocaron basureros públicos controlados. En 1919 se inventó el colector de basura, sistema que a través de unos tubos de cemento llevaba la basura al exterior de los edificios, donde era recogida en contenedores muy grandes. En 1959 llegó el invento de la trituradora de basura a Europa, donde, desde 1929 la utilizaban en Estados Unidos.