MARIANA DE AUSTRIA Y FELIPE IV

Felipe IV (1605-1665), enviudo de su esposa Isabel de Borbón (1615-1644) en 1644. Su heredero al trono sería su hijo Baltasar Carlos, pero éste murió en 1646, sólo le quedaba una hija la infanta doña María Teresa, que contaba con ocho años. Eso le obligó a buscar una nueva esposa para asegurar la sucesión al trono.

La elegida fue su sobrina la archiduquesa Mariana de Austria (1634-1696) hija del emperador Fernando III y de la infanta doña María de Austria, hermana del rey. Ella tenía trece años, Felipe IV, cuarenta y uno. El 2 de abril de 1647 se firmaron las capitulaciones para el enlace.

El emperador Fernando dotaba a su hija Mariana con cien mil escudos de oro y debía recibir en arras otros cien mil escudos, cincuenta mil para joyas. No se sabía cómo iba a ser eso, porque ninguno de los dos tenía ni un escudo.

El 8 de febrero de 1648 la comitiva española salió hacia Viena. En Trento, la nueva reina de España fue entregada a los españoles. Tuvieron que comprarle todo el ajuar y joyas, el emperador entregaba a su hija con lo puesto.

La boda se celebró en 1649, en Navalcarnero, la razón por la que se celebró en un pueblo, era porque de esa manera no se pagaban tributos a la Hacienda pública. Ella tenía 15 años y el cuarenta y cuatro.

El 12 de julio de 1651 la reina da a luz a la infanta Margarita. En 1655 da a luz a la infanta María Ambrosia de la Concepción, una niña epiléptica, que sólo vivió quince días. En 1657 nació un niño, Felipe Próspero, murió a los cuatro años. En 1658 nació Fernando Tomás Carlos, murió con un año. En 1661 nació Carlos, rey de España, subió al trono como Carlos II.

Según contó el propio rey Felipe IV, ese último hijo fue el fruto logrado de su última relación sexual, lo que le costó un gran esfuerzo.