SILHOUETTE Y SILUETA
Étienne de Silhouette (1709-1767) fue durante ocho meses, en
el año 1759, Inspector General de Francia. Durante ese mandato indignó a todos
los sectores sociales y dejar en la ruina las finanzas nacionales francesas.
Luis VX, con la protección de Madame Pompadour, fue el que
lo nombró, después de la Guerra de los Siete Años. Nada más tomar posesión de
su cargo empezó a reorganizar la agricultura nacional y la administración del
Estado. Acabó con los privilegios fiscales de los nobles y la iglesia.
El resultado de esos cambios fue que la agricultura entró en
una desorganización descomunal. Los funcionarios se rebelaron al saber que iba
a gravar sus ingresos con los mismos impuestos que los del resto de ciudadanos.
La nobleza se alborotó al ver reducidas sus rentas y prebendas. O sea, un caos.
Al darse cuenta de su popularidad, se animó y puso en marcha
la segunda parte de sus reformas. Entre sus “ideas brillantes” se le ocurrió
recortar los gastos del rey, sobre todo los utilizados en las diversiones
reales. El rey los aceptó, pero se aburría tanto que los nobles le financiaron
sus juergas, y también le dieron dinero de otros gobiernos.
Los nobles y la clase obrera con la conspiración de los funcionarios empezaron a tener privilegios fiscales,
no muy legales. Por todos esos motivos se dio cuenta de que sus medidas no eran
demasiado eficaces. A pesar de eso, no se rindió y se le ocurrió subir los
gastos públicos y multiplicar los impuestos. Se “inventó” nuevos impuestos,
entre ellos uno sobre el lujo que cargaba el disfrute de servicio, carruajes,
puertas y ventanas y todo lo que significaba lujo. La tarifa de los solteros
era el triple que la de los casados. Otro de los impuestos que aplicó era sobre
los artículos de consumo de primera necesidad, la gente humilde se indignó.
El pueblo se sublevó, incluido el Parlamento, de esta manera,
el 20 de noviembre de 1759 a los ocho meses de su mandato fue destituido. Abandonó
la corte y se retiró a un castillo en Bry-sur-Marne, donde se dedicó a
reformarlo.
Todo lo que hizo fue después objeto de burla, su actitud tacaña
llegó a ser sinónimo de cosa terminada o hecha barata. Durante ese período se
hizo famosa una forma de arte que consistía en un objeto o escena sin rasgos
distintivos, con la silueta en negro (era la forma más barata de plasmar el
aspecto de una persona). A ese arte lo conocemos como silueta, en honor a
Silhouette.
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