17 de mayo de 2013

EL NIÑO ROCKEFELLER



El 8 de julio de 1839 nació en Nueva York John Davidsn Rockefeller. Su familia, de clase media, era descendiente de inmigrantes alemanes. Creció en un ambiente de moral calvinista gracias a su madre, Eliza. Su padre, John, era un impostor, (además de un infiel que pasaba largas temporadas fuera de su hogar), se dedicaba a hacerse pasar por un falso médico que vendía pastillas contra el cáncer que no curaban ni un dolor de cabeza. John, se mudó con su familia a Ohio, Cleveland.

Empezó desde muy niño a hacer pequeños negocios. A los ocho años, recogía piedras, las pintaba y luego las vendía a sus compañeros del colegio. A los padres de esos niños les vendía pavos que antes había comprado y luego revendía a un precio superior la víspera de Navidad. Las ganancias las metía en un frasco azul al que él llamaba mi caja fuerte.

A los trece años, un amigo de su padre fue a pedirle un préstamo para saldar unas deudas, el padre no lo tenía, pero él sí, se lo prestó con un siete por ciento de interés. En ese momento fue cuando decidió que no trabajaría, el dinero trabajaría por él. A partir de ese instante se compró una libreta donde llevaba su contabilidad, la llamaba: “El registro A”.

A los 16 años empezó a trabajar de contable en una empresa de corredores y comerciantes, donde se fijaba en todo lo que pasaba a su alrededor y en su casa pensaba en como lo habría hecho él para obtener más ganancias. En ese empleo ganaba unos 600 dólares anuales (muchísimo para el año 1857).

Desde siempre su moral cristiana hizo que invirtiese el 10 por ciento de sus ingresos a mejorar la educación, la cultura y la sanidad de su comunidad.

Sólo hubo una cosa que el dinero no pudo comprar, cumplir los 100 años, se murió a los 98.

2 comentarios :

Juan DICE

Me parece interesante la información pero parece que no tiene un desarrollo más realista.

Ana DICE

Juan, siento mucho que mi entrada no haya sido de tu agrado. Un saludo.