PROTESTAS CONTRA LA TORRE EIFFEL

 

El 14 de enero de 1887, pocos días antes de empezar la construcción de la Torre Eifffel, Le Temps, periódico de París, publicó una carta abierta de protesta firmada por numerosos intelectuales, entre otros; Gounod, Maupassant, Prudhomme, Leconte de l’Isle, León Bloy…, en la que se leía:

“Venimos, escritores, pintores, escultores, arquitectos, los amantes de la belleza de París que fue hasta ahora intacta, para protestar con todas nuestras fuerzas y toda nuestra indignación, en nombre de la subestimación del gusto de los franceses, en el nombre francés del arte e historia, contra la erección en pleno corazón de nuestra capital de la inútil y monstruosa Torre Eiffel”.

A pesar de estas protestas de los intelectuales, la torre se levantó gracias a los ciento cuarenta millones de pesetas aportados por el propio Alexandre Gustave Eiffel, a cambio de una concesión para su explotación comercial y turística durante veinte años.

Solo en el primer año, la visitaron 1 968 287 personas. Por lo que con el precio de las entradas, Eiffel recuperó su inversión.