LA LOCA IDEA DE NICOLÁS MONARDES
El tabaco fue considerado durante siglos una cura muy eficaz
contra un gran número de enfermedades y dolencias: dolor de cabeza, de muelas,
de estómago, heridas, artritis y mal aliento. Uno de los mayores defensores de
esta idea fue el médico español Nicolás Monardes (1493-1588).
Buscando nuevas utilidades, en el año 1774, unos médicos
trataron de reanimar a personas supuestamente fallecidas usando el llamado
“respirador de tabaco” o “administrador de enemas de tabaco”, que permitía
insuflar humo por el ano del paciente para varios propósitos médicos,
principalmente la reanimación de víctimas de ahogamiento.
Un tubo rectal se introducía por el ano del paciente, este
tubo estaba conectado a un fuelle que obligaba a que el humo fuera hacia el
recto. Se pensaba que el calor del humo promovería la respiración. Como era de
esperar, fue un fracaso total, tanto médico como comercial.
0 comentarios :
Publicar un comentario