LA BODEGA DE ESCARUS ESCORUS EN LA ANTIGUA ROMA
Es sabido la importancia que daban los romanos a los vinos.
En las bodegas de Escarus Escorus, al norte, estaban las “cellae vinirice,
donde se almacenaban vinos de todas clases. La bodega estaba construida de
manera que la luz se proyectaba por el Norte o por Levante, para que el sol ni
pudiera nunca penetrar dentro y no perjudicara el vino almacenado,
calentándolo, enturbiándolo y debilitando.
Cerca de la bodega no podía haber ni estiércol ni raíces de
árbol ni nada con mal olor. Tampoco podía estar cerca de las termas, cisternas
o cocinas, por miedo a que su cercanía pudiera alterar el vino.
Escorus cuidaba más sus vinos que su reputación, su vida era
muy licenciosa. No permitía y hasta se enfadaba, si alguien que no estuviera
sano se arriesgaba a entrar en la bodega. Hasta se quiso divorciar de su mujer
por haber infringido esa orden.
La bodega de Escorus gozaba de gran fama, llegando a reunir en ella hasta trescientas mil ánforas, tenía seleccionados ciento noventa y nueve vinos distintos, que cuidaba con sumo mimo, ese mimo era tal, que cuidaba hasta la forma de las ánforas, que había sido estudiada, rechazando las de gran contorno.
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