BRINDIS
Los ingleses fueron los inventores del brindis. Los alemanes
tenían un brindis muy especial: prosit: sin levantarse de la mesa, uno de los
comensales se dirigía a otro, y a la vez que levantaba el vaso decía: "Prosit",
ambos tenían que apurar el contenido del vaso o copa.
Los franceses y españoles tenían un brindis muy pintoresco;
el que quería brindar se levantaba, y de pie brindaba en honor del que quería
homenajear, seguidamente chocaban las copas unos con otros, y todos bebían a la
vez.
En Inglaterra, existen muchas anécdotas con el brindis como
protagonista:
Cuentan que Ana Bolena, una de las esposas de Enrique VIII,
degollada por orden suya, y la más hermosas mujer de su tiempo, acostumbraba a
bañarse a la vista de su séquito masculino; estos gentilhombres, para
cortejarla, cogían agua del sitio en que se bañaba y se la bebían.
Uno no quiso hacerlo, le preguntaron por qué lo hacía y
contestó:
-Es que me reservo para el brindis.
Otra anécdota es la siguiente:
El conde se Stair embajador de Inglaterra en la Corte de
Holanda, daba esplendidas fiestas, a las que invitaba a todo el cuerpo
diplomático, y éste, como es normal, le correspondía con otras fiestas.
En una ocasión en la que le había tocado al embajador de
Francia, recordando el emblema de su soberano, Luis XIV, brindó al sol
naciente, todos acataron el brindis. El embajador de la emperatriz-reina brindó
a su vez a la luna y las estrellas, aludiendo a los principados de Alemania.
Le tocó el turno al inglés y todos estaban atentos para ver
cómo se las componía para igualar a su soberano con los anteriores. Él,
gravemente, levantó su copa y dijo:
-A Josue, que detuvo el sol, la luna y las estrellas.
0 comentarios :
Publicar un comentario