9 de enero de 2015

ESQUILEO EN LA EDAD MEDIA


La marcha hacia el esquileo en la Edad Media, cañada arriba, se iniciaba a finales de abril. Las dependencias estaban situadas en grandes edificios distribuidos en función de las tareas a realizar.

Estas dependencias recibían el nombre de rancho. Se trataba de unas estancias espaciosas y bien iluminadas con amplios ventanales donde los esquiladores trabajaban. Para ello utilizaban una pieza angosta y cerrada en la que se introducían las cabezas lanares para que sudaran y así resultara más fácil esquilarlas, recibían el nombre de “bache o sudadero”. En las lonjas eran unos almacenes donde se apilaban la lana. En la “peguera”, que era una chimenea se calentaba el pez con el que se marcaba el ganado recién esquilado. Los esquiladores comían en el “refectorio”, el dormitorio y la panadería, eran otras de las dependencias de los esquiladores.

En la parte superior se encontraban unas dependencias muy confortables donde vivían el dueño del ganado y su familia durante el esquileo; entre ellas, un oratorio, ubicado de forma que los esquiladores pudieran seguir la misa desde el rancho los días festivos sin tener que dejar de trabajar.

El personal que se reunía en los esquileos en la época de actividad era de unas doscientas de personas, casi todos ellos vecinos de los pueblos cercanos. Los esquiladores eran los más numerosos, unos 300. El ganadero contrataba al llamado “factor” que era el que supervisaba todas las operaciones del esquileo. También trabajaban los recibidores o apartadores, velloneros, apiladores, ligadores, moreneros, echavinos y pelambreros.

Algunos esquileos contaban con lavadero de lanas. Durante el verano este lavadero precisaba gran cantidad de agua, que se recogía gracias a la construcción de unos lagos artificiales.

Durante el esquileo los pastores residían en sus casas con sus familias. Terminado el esquileo, los pastores emprendían la marcha con los ganados hacia las sierras de la montaña, donde permanecían hasta septiembre, mes en que se iniciaba el camino cañada abajo.


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