COSAS DE ESCRITORES

Nicolas de Chamfort (1741-1794), escritor parisino, se opuso durante la Revolución Francesa al terror de Robespierre, fue encarcelado por ello durante un corto espacio de tiempo. Horrorizado porque lo volvieran a detener y procesar, se intentó suicidad pegándose un tiro en el paladar, con la mala fortuna que no se mató, pero se destrozó la mandíbula y la nariz. Lo volvió a intentar utilizando para ello un abrecartas, apuñalándose varias veces en el cuello, en esta ocasión tampoco lo logró. Desesperado, intentó clavarse el abrecartas en la pierna y en el pecho, se desmayó antes de conseguirlo. Su sirviente lo encontró en un charco de sangre. Fue ingresado en un hospital, muriendo, por fin, varios meses después.

Rudyard Kipling (1865-1936), escritor británico, tuvo en una ocasión un sueño. En ese sueño, se encontraba en un acto oficial, no sabía cual, el motivo era que lo tapaba la barriga de un hombre obeso que se encontraba delante de él. Al final del sueño, se le acercaba un desconocido que quería hablar con él. Seis semanas después, Kipling se encontraba en un acto que, enseguida se dio cuenta que era el mismo lugar que en su sueño. Así como iba pasando la velada todo lo que había soñado se hizo realidad, incluyendo el señor obeso y el desconocido.

Charles Dickens (1812-1870) contó en una ocasión: “Soñé que veía a una señora con chal rojo de espaldas a mí. Cuando se volvió, advertí que no la conocía y ella me dijo: “Soy miss Napier”. Mientras  me vestía, a la mañana siguiente, pensé: ¡Qué cosa más absurda tener un sueño tan preciso acerca de nada! Y ¿por qué miss Napier? Jamás había sabido de ninguna miss Napier. Aquel mismo viernes por la noche estuve leyendo en la sala y después entraron miss Boyle con su hermano, y la dama del chal rojo, que me presentaron como “miss Napier”.

El escritor Jonathan Swift (1667-1745) mencionaba en su obra “Los viajes de Gulliver”, dos estrellas menores o satélites que giraban alrededor de Marte. Describió con gran precisión sus proporciones y sus órbitas. Un siglo y medio después, en 1877, las dos lunas de Marte, llamadas Fobos y Deimos, fueron descubiertas por el astrónomo Asaph Hall (1829-1907).