RECETAS MEDICINALES EN LA ANTIGÜEDAD (2)
Contra el lumbago
utilizaban; estiércol de golondrina, caca de perro, de niño y de lobo. Se
ponían a secar encima de una teja, se soplaban con la boca, se cocían en
hidromiel y se hacían gárgaras. Otro remedio era coger una víbora, se le ataba
un hilo alrededor del cuello, y se la ahorcaba.
Una araña metida en
un saco servía para sanar las convulsiones. Para curar la apendicitis se
despellejaba un gato y la piel todavía caliente se aplicaba en el abdomen. La
telaraña la utilizaban para parar las hemorragias. Para la fiebre se mataba una
gallina, se ponía debajo de un altar de iglesia y una vez terminada la misa se
le daba de comer al enfermo. Siete escarabajos hervidos y comidos por el
enfermo de pulmonía lo curaban.
El excremento seco de
lobo, bien machacado y mezclado con vino, se bebía y se iban los cólicos de
inmediato. Las boñigas de vaca y buey, calentadas en las brasas, después se
ponían entre unas hojas de col, y eran milagrosas para curar heridas; esas
mismas boñigas mezcladas con vinagre curaban la ciática; para las picaduras de
avispas eran estupendas.
Los excrementos de
cabra mezclados con harina de cebada para los bultos de grasa, ayuda a
ablandarlos, mezclados con manteca fresca y heces de aceite de nueces, cura los
callos. Los excrementos de oveja tienen propiedades muy parecidas, si se mezcla
con vinagre cura los forúnculos.
0 comentarios :
Publicar un comentario