LIBRERÍAS EN LA ANTIGUA GRECIA Y ROMA
Las librerías de Atenas se mencionan por primera vez en las
primeras comedias, sobre el 430 a. C., en estas comedias se hablaba de barracas
donde se vendían libros.
Se sabe muy poco de las librerías de Atenas: el filósofo Zenón
llegó a Atenas a consecuencia de un naufragio, y se metió en una librería que
encontró. Alejandro el Grande, muy aficionado a leer, le dio instrucciones a
sus lacayos para que le comprasen libros en Atenas, entre ellos, las obras de
Esquilo, Sófocles y Eurípides, poemas y algunas obras históricas.
Se cree que ya existían salas de lectura y servicios de
biblioteca. Diógenes Laercio (historiador griego) decía que, mediante cierto
pago es posible conocer las obras de Platón.
En Roma las librerías eran conocidas en tiempos de Cicerón
(político y filósofo) y Catulo (poeta). Se encontraban en los mejores barrios
comerciales y servían de sitio de reunión a los cultos y sabios.
Se sabe de algunas librerías en tiempos del Imperio. A la
entrada del Foro de César, en las pilastras, se colgaban listas de los manuscritos
a la venta. También solía haber unas cajas abiertas con algunos extractos de
las obras. Además existían personas que no tenían librería y vendían libros en
las calles y pórticos.
La venta de libros usados era muy normal, eso llevó a
fraudes, metían los volúmenes entre semillas de cereales que les daba un tono
amarillento, y de esta manera parecían viejos, así aumentaba el precio.
Roma siguió con el auge de las librerías hasta el ocaso del
mundo antiguo. Las invasiones bárbaras dieron un fuerte mazazo a todas las
formas de la cultura, y con ello también desapareció el comercio de los libros.
2 comentarios :
elis
me gusta lo q` publicas
gracias ana
Elis, gracias, un saludo.
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