EDUARDO Y WALLIS

 

El príncipe Eduardo de Gales, heredero al trono de Gran Bretaña, tras años de comportarse como un mujeriego y juerguista, para enfado de su padre, el rey Jorque V, y del primer ministro, Stankey Baldwin, conoció a Wallis Simpson en 1931. Ambos frecuentaban los mismos círculos y Eduardo se enamoró de su ingenio y su encanto personal. En cambio, Wallis no se consideraba adecuada para Eduardo, ya que era americana, estaba casada y ya se había divorciado una vez.

La presión aumentó al morir Jorge V, cuando se preparaba la coronación de Eduardo, cosa que nunca ocurrió. Eduardo eligió a la mujer que amaba antes que a su país y abdicó. En su discurso de abdicación, retransmitido por radio, declaró: “Me ha resultado imposible soportar la pesada carga de responsabilidad y desempeñar mis funciones como rey, en la forma en que desearía hacerlo, sin la ayuda y el apoyo de la mujer que amo”.

Con 326 días en el trono, se convirtió en uno de los reyes del Reino Unido y la Commonwealth de reinado más corto. Le sucedió su hermano Albert (Jorge VI). Su amor resistió toda la presión. A Eduardo le quitaron el título de duque de Windsor y Wallis se divorció de su marido en 1937. La pareja se casó y vivió en Francia.