LA PRIMERA CESÁREA
En el año 250 se hizo en España una operación de cesárea en
madre vida con feto muerto. Ésta es una de las primeras operaciones de la
historia de la medicina. La llevó a cabo en Mérida el obispo Paulo, que había
ejercido la medicina antes de ordenarse sacerdote.
Este caso se conoce gracias a Enrique Flórez (1702-1773) que
lo cuenta en su “España sagrada”:
“Una señora joven, mujer de un senador de Mérida, estando
embarazada y llegado el momento del parto, como advirtieron el feto muerto, y
no pudiendo salir éste por los esfuerzos de la naturaleza, ni ser extraído por
los del arte, acudieron a Paulo para que, sin embargo de los espiritual y
augusto de su dignidad y santo carácter, quisiese, en caridad, como tan insigne
cirujano que había sido, y tan inclinado a obras piadosas, asistir con su
pericia al socorro de la mencionada señora, habiendo precedido el consultar a
otros muchos facultativos, y todos la habían desahuciado.
Después de muchos ruegos, en que no hubo poco que vencer por
el escrúpulo de si profanaba su santa dignidad, y después de haber tomado el
beneplácito del clero de su iglesia, se dirigió velozmente a casa de la
paciente, y ejecutó acto continuo ducha operación, extrayendo el cadáver del
feto, ya putrescente. El resultado fue completamente feliz.
En justo agradecimiento de tan señalado bien, dieron estos
interesados al obispo Paulo la mitad de todos sus bienes, quedando tan solo
usufructuarios de la otra mitad, pero consignándosela para cuando muriesen”.
Paulo les sobrevivió y la fortuna era grande, pero él,
sobrio, piadoso y caritativo, no se quedó nada de dinero, lo dio todo a los
pobres y para obras de caridad.
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