6 de abril de 2019

LAS COSAS DE PALACIO



Pedro el Grande ordenó cortar la cabeza al amante de su esposa y que la metieran en un frasco con alcohol. Obligó a la reina a ponerlo en un lugar visible de su habitación.

Después de convertirse al catolicismo, Enrique IV prohibió la venta de carne durante la cuaresma bajo pena de muerte.

El sultán de los turcos Bayaceto I, ordeno decapitar a 2000 halconeros por no haber entrenado a sus rapaces adecuadamente para la caza.

Enrique III de Francia, un rey vicioso e ineficaz, murió sentado en la silla aguajera o retrete, al ser mortalmente herido por Jacques Clément, en 1589.

En 1531, el inquisidor Ugate, en el transcurso de una cacería de brujas por tierras de Guipúzcoa, fue envenenado por éstas.

Algunos científicos surgieren que las debilidades mentales de ciertos emperadores romanos, como Nerón y Calígula, podían haber sido agravadas por la ingestión de plomo residual procedente de los soldaduras de platos y vasos.

Después de la ejecución de Luis XVI, todos sus sirvientes, la florista y su leal montero se quitaron la vida.

El rey Gustavo III de Suecia estaba convencido de que el café era un veneno. Y para demostrar su toxicidad condenó a un asesino a tomar café todos los días hasta que muriese y a otro delincuente le indultó con la condición de que bebiese té a diario. El experimento, que fue seguido por una comisión médica, resultó un fracaso: los primeros en morir fueron los médicos, después el rey, muchos años más tarde el condenado a beber té y por último el bebedor de café.

Entre 1660 y 1664, Carlos II de Inglaterra tocó a más de 90 000 enfermos. Por entonces se creía que las manos del rey poseían poderes curativos.

El emperador germano Maximiliano I medía casi 2,60 metros de altura, las pulseras de su mujer encajaban perfectamente en sus pulgares, motivo por el cual solía utilizarlas como anillos.

Caros VII dejó de comer por temor a ser envenenado por sus allegados. Murió de inanición.

Actisanés, rey de Etiopía, ordenó cortar la nariz a todos los delincuentes de sus dominios y les envió a fundar una ciudad que llamó Rinocolure.

Según su esposa, Madame Maintenon, un almuerzo del rey Sol Luis XIV podía consistir en cuatro platos de sopa, un faisán, una perdiz, un gran plato de ensalada, cordero en salsa, dos lonchas de jamón, una bandeja de pasteles, frutas y huevos duros. La autopsia practicada cuando murió en 1715, reveló que su estómago tenía el doble del tamaño normal.

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