LAS COSAS DE PALACIO
Pedro el Grande ordenó cortar la cabeza al amante de su
esposa y que la metieran en un frasco con alcohol. Obligó a la reina a ponerlo
en un lugar visible de su habitación.
Después de convertirse al catolicismo, Enrique IV prohibió
la venta de carne durante la cuaresma bajo pena de muerte.
El sultán de los turcos Bayaceto I, ordeno decapitar a 2000
halconeros por no haber entrenado a sus rapaces adecuadamente para la caza.
Enrique III de Francia, un rey vicioso e ineficaz, murió
sentado en la silla aguajera o retrete, al ser mortalmente herido por Jacques
Clément, en 1589.
En 1531, el inquisidor Ugate, en el transcurso de una
cacería de brujas por tierras de Guipúzcoa, fue envenenado por éstas.
Algunos científicos surgieren que las debilidades mentales
de ciertos emperadores romanos, como Nerón y Calígula, podían haber sido
agravadas por la ingestión de plomo residual procedente de los soldaduras de
platos y vasos.
Después de la ejecución de Luis XVI, todos sus sirvientes,
la florista y su leal montero se quitaron la vida.
El rey Gustavo III de Suecia estaba convencido de que el
café era un veneno. Y para demostrar su toxicidad condenó a un asesino a tomar
café todos los días hasta que muriese y a otro delincuente le indultó con la
condición de que bebiese té a diario. El experimento, que fue seguido por una
comisión médica, resultó un fracaso: los primeros en morir fueron los médicos,
después el rey, muchos años más tarde el condenado a beber té y por último el
bebedor de café.
Entre 1660 y 1664, Carlos II de Inglaterra tocó a más de 90
000 enfermos. Por entonces se creía que las manos del rey poseían poderes
curativos.
El emperador germano Maximiliano I medía casi 2,60 metros de
altura, las pulseras de su mujer encajaban perfectamente en sus pulgares,
motivo por el cual solía utilizarlas como anillos.
Caros VII dejó de comer por temor a ser envenenado por sus
allegados. Murió de inanición.
Actisanés, rey de Etiopía, ordenó cortar la nariz a todos
los delincuentes de sus dominios y les envió a fundar una ciudad que llamó
Rinocolure.
Según su esposa, Madame Maintenon, un almuerzo del rey Sol
Luis XIV podía consistir en cuatro platos de sopa, un faisán, una perdiz, un
gran plato de ensalada, cordero en salsa, dos lonchas de jamón, una bandeja de
pasteles, frutas y huevos duros. La autopsia practicada cuando murió en 1715,
reveló que su estómago tenía el doble del tamaño normal.
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