LOS SIETE SABIOS DE GRECIA
Los siete sabios de Grecia fueron: Thales, Bias, Solón, Quilón, Pitaco, Cleóbulo y Periandro.
Thales- Conocido con el sobrenombre de Mildo, ya que en esta villa principal de la Forcia nació en el año 636 a. C. Thales cultivó los estudios filosóficos y matemáticos, penetró en los secretos de la Astronomía y distribuyó el año en 365 días.
Solía decir que la cosa más difícil en el mundo era conocerse a sí mismo; la más fácil, aconsejar a otro; y la más dulce, satisfacer uno propio sus deseos.
Según él, lo más antiguo es Dios; lo más grande el hogar donde se nace; lo más fuerte, la necesidad, y lo más sabio, el tiempo. Sus tratados del Equinocio y de los Meteoros, son muy importantes.
Bias de Priena- Nació en esta ciudad de la Cária el año 610 a. C. Fue un gran filósofo y se distinguió como magistrado, político y ciudadano. Se dice que cuando la ciudad de Priena estaba amenazada por un asedio, los moradores huyeron llevándose lo más querido, siendo Bias el único que salió con las manos vacías, preguntado cómo iba de esa manera, respondió que todo lo llevaba con él, aludiendo a su ciencia y a su virtud.
La antigüedad le atribuye muchas frases célebres. Afirmaba que era verdaderamente infeliz aquel que no podía sobrellevar con paciencia sus desgracias, y que era enfermedad del espíritu desear cosas imposibles.
Pitaco de Mytilene- Natural de esta ciudad de la isla de Lesbos. Alcanzó gran popularidad como poeta y filósofo, y especialmente como guerrero. En una ocasión en que los de su ciudad provocaron a los atenienses, se ofreció a pelear cuerpo a cuerpo con el general de los enemigos, que siempre había obtenido la victoria en los Juegos Olímpicos, y los venció.
Agradecidos sus compatriotas le invistieron del poder absoluto para que los gobernase, y a los diez años del mando abdicó voluntariamente, habiendo legislado con mucha prudencia. Había nacido el año 649 a. C.
Solón de Atenas- Hijo de Execestides, fue autor del código más famoso de la historia. Entre otros países recorrió Lydia y en su capital Sardes le presentaron alrey Creso, quien le preguntó si había visto cosa más hermosa. Solón contestó, si, los pavos reales, los faisanes y los gallos, en los cuales es tan natural la belleza, como artificiosa es la vuestra.
Este sabio comparaba las leyes con las telas de araña, que solamente cazan mosquitos, y se lamentaba de que a los grandes personajes les perdonara su crédito o el temor. Murió en Chipre y dispuso que sus cenizas se llevaran a Salamina y se esparcieran por todo el territorio.
Quilón de Lacedemonia- Fue éforo de Esparta el año 556 a. C. De este sabio espartano se conservan varias máximas morales y muchos poemas elegiacos. Decía que había tres cosas en el mundo muy importantes: guardar un secreto, saber emplear el tiempo y soportar las injurias sin murmurar de ellas. Cuentan que murió de exceso de gozo, abrazando a su hijo coronado en los Juegos Olímpicos.
Cleóbulo de Tinde- Adquirió gran fama por su habilidad en componer enigmas, así como su hija Cleobulina, a quien se le atribuye el siguiente: un padre tiene doce hijos y cada uno de ellos treinta hijas blancas de un lado y negras del otro, las cuales, aunque imperecederas, mueren cada día. Se refería al año, a los meses y a los días.
Cleobulo odiaba la ingratitud y la infidelidad. Aconsejaba hacer el bien a los amigos para conservarlos, y a los enemigos para adquirirlos y conciliarlos. Murió a los 70 años.
Periandro de Corinto- Conocido con el nombre de Tirano de Corinto, gobernó con prudencia en los primeros años de su reinado, protegió las letras y favoreció las ciencias y las artes. Por problemas con sus vasallos pidió ayuda a su amigo el Tirano de Siracusa. Periandro siguió sus consejos, llegando del castigo a la crueldad. Murió a los 75 años. Fue considerado, a pesar de sus malas artes, uno de los Siete Sabios de Grecia.
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