LOS 13 DUENDECILLOS DE LA NAVIDAD (LEYENDA ISLANDESA)

Cuenta la leyenda que en Islandia vivían hace mucho, mucho tiempo, unos seres muy pequeños llamados Jólasveinarnir. Les gustaba hacer muchas bromas pesadas a los niños, a causa de eso, los pequeños les tenían miedo. Los Jólasveinarnir eran hijos de una ogra, y cada uno de ellos tenía una particularidad. A todos ellos les gustaba esconderse entre las rocas, la nieve y los glaciares.

Los habitantes de la ciudad, enfadados con ellos, decidieron pedir ayuda al rey. Al principio no los escuchó, pero el día en que sus propios hijos recibieron las bromas de los hombrecitos. Cansado de la situación, el rey decidió castigarles: si no querían ser desterrados de por vida de Islandia, debían llevar un regalo a cada niño, un día al año, como regalo por todo el mal que habían hecho.

Los 13 hombrecitos, acordaron llevar los regalos antes del 25 de diciembre. Como eran 13, la Navidad empezaría trece días antes del día 25. Cada uno de ellos debía recorrer un largo camino hasta la casa de un niño. Además del regalo, dejaban también una travesura. Además decidieron que solo dejarían juguetes, libros o dulces a los niños que se portaran bien, a los demás les dejarían una patata. También acordaron no renunciar a sus travesuras. Durante esas dos semanas, gastarían bromas en todos los hogares.

Desde entonces, los niños islandeses no reciben la visita de Papá Noel, sino la de 13 Papá Noel o 13 duendecillos que deciden cada Navidad si dejarán regalo o patata a los pies del árbol de Navidad. De paso, alguna broma gastan.