21 de septiembre de 2017

LÍOS EN BIZANCIO


Miguel III el Borracho, emperador de Bizancio, ordenó a su corregente Basilio, que estaba casado con una campesina, que se divorciara y se casara con su amante, Ingerina. Miguel III puso como condición que, tras su boda con Basilio, Ingerina debía continuar sus relaciones con él. A Basilio le compensó entregándole a su hermana Tecla. O sea, Basilio se casó con Ingerina, ésta continuó siendo amante de Miguel, y Tecla, hermana de este último, se convirtió en amante de Basilio. Siguiendo con el lío: Basilio asesinó a miguel y se convirtió en emperador. De Ingerina, su esposa, tuvo un hijo, Alejandro.  

Uno de los hijos de Miguel II fue León VI, que nunca supo quién era su padre. León, una vez fue emperador, promulgó una ley que impedía a los viudos volverse a casar. Se casó siendo muy joven con Teófano, que con el tiempo fue canonizada, era estéril, así que León con dieciséis años ya tenía una amante, Zoé. Teófano celosa se quejó a Basilio, y éste que odiaba a León casó a Zoé con un alto funcionario y los destinó lejos de Bizancio.

Una vez muerto Basilio, León llamó a Zoé y la separo de su marido, a los veintinueve años Teófano murió. León viudo, se pasó por alto sus leyes y se casó con Zoé, que también había enviudado. No tuvieron hijos y dos años después Zoé murió.

León se casó por tercera vez con Eudoxia, que murió un año después al dar a luz a un niño que también falleció.

León se busco una amante, se llamaba Zoé, como su esposa. La llamaban “Casbopsina”, era muy lista y consiguió que León se casara con ella, era su cuarto matrimonio. De esta unión nació Constantino Porfirogénito, por haber nacido en la sala de pórfido del palacio. Este niño, llegó a emperador.

0 comentarios :