BRUNIQUILDA, GALSVINTA Y FREDEGUNDA

Atanagildo, rey visigodo, tenía dos hijas Galsvinta y Bruniquilda, que era una joven de gran cultura, hermosa, inteligente, dotada de brillante conversación y educada. El rey merovingio Sigiberto de Reims envió una embajada a España para pedir la mano de Bruniquilda. El padre consintió y envió a su hija como esposa al rey, acompañándola con ricos tesoros. Sigiberto reunió a los grandes de su reino, organizó un banquete y la tomó como esposa.

Como ella era arriana, gracias a las enseñanzas que recibió de los obispos y del rey, se convirtió al catolicismo. Por ello fue ungida como reina y admitida en la verdadera iglesia. Continuó siendo fiel al catolicismo hasta su muerte.

Un hermano de Sigiberto, Chilperico, rey de Soissons, decidió pedir la mano de su otra hija, aunque tenía numerosas concubinas, prometiendo abandonarlas a todas cuando su esposa le diera un hijo digno de subir al trono. Atanagildo creyó las promesas de Chilperico entregándole a su hija junto con ricos dones, como había hecho con Bruniquilda. Cuando llegó a la corte merovingia fue recibida con grandes honores y el rey la honró con gran amor, que duró muy poco.

Una de las concubinas, Fredegunda, era la favorita del rey, al casarse no quiso separarse de ella, eso provocó grandes discusiones entre las dos mujeres. Galsvinta se quejó a su marido y se lamentó que no le guardase la debida consideración, rogándole que la dejase volver a su patria y entregándole en plena propiedad todos los dones que había traído con ella. El rey no aceptó su petición engañándola con falsas promesas. Al cabo de un tiempo mandó que uno de sus vasallo la estrangulase y Galsvinta fue encontrada muerta en su cama. Al cabo de unos días de luto Chilperico llamó a su lado a Fredegunda.

El asesinato de Galsvinta llevó a la guerra entre Sigiberto y Cbhilperico. Como resultado de estas batallas Sigiberto fue asesinado con cuchillos con puntas envenenadas. Bruniquilda se encontraba en París y en su ayuda acudió el duque Gundowald que consiguió salvar a un hijo de cinco años de Sigiberto que después fue rey con el nombre de Childeberto 11. Bruniquilda fue hecha prisionera por Chilperico, durante dos años, consiguiendo huir.

Fredegunda fue nombrada reina por Chilperico. En el año 584, Chilperico fue asesinado y Fredegunda tuvo que pedir la protección de Guntram, rey de Borgoña, que ejerció la regencia durante la minoría de edad de Gotario, hijo de Fredegunda.

Pasado el tiempo, Childeberto, el hijo de Sigiberto, se hizo mayor, se casó y tuvo dos hijos. A los veintiséis años murió dejando a sus dos hijos bajo la tutela de Bruniquilda. En el año 597 moría Fredegunda, y su hijo Gotario inició una guerra contra Bruniquilda que duró varios años. Todo terminó con la derrota de Bruniquilda que fue capturada y entregada a Gotario quien la hizo atar a un caballo salvaje que la destrozó.