TABACO
En una anotación en el diario de viaje de Cristóbal Colón
con fecha del 15 de noviembre de 1942 se menciona por primera vez el tabaco. En
esta nota se informa que dos marineros se
encontraron con unos indios que fumaban tabaco.
El aventurero español Rodrigo de Jerez fue quien trajo a
Europa las primeras hojas de tabaco. Esto fue el inicio del consumo de tabaco
en forma de rape o liadas en cigarros puros.
Jean Nicot (1530-1600), descubrió en la Farmacia Real de
Lisboa una planta de las Indias que curaba enfermedades, era el tabaco. Envió unas
muestras a la reina consorte de Francia Catalina de Medicis, y ésta empezó a
consumirlo, lo llamaron polvo del embajador. Nicot amasó una fortuna, la planta
conocida como nicotiana y el propio Nicot se hicieron famosos no sólo en
Francia, sino en otros países de Europa.
De la misma manera que surgió la moda, también salieron los
detractores. En Inglaterra llegó el tabaco de la mano de Francis Drake
(corsario inglés), Walter Raleigh fue quien enseñó los materiales y utensilios
necesarios para fumarlo.
El rey Jaime VI de Escocia (más tarde fue Jaime I de
Inglaterra) encontraba asquerosa la costumbre de fumar pipa, elevó su precio y
de esta manera rebajar su consumo. En 1608, creó el impuesto del tabaco y elevó
las tasas aduaneras para su importación en un 4.000%.
Poco después de propagarse el consumo del tabaco por toda
Europa, la iglesia prohibió su consumo dentro de sus templos sagrados.
En España, el rechazo al tabaco lo inició Bartolomé de la
Cámara, Obispo de Granada, que no aceptaba los continuos estornudos de sus fieles
durante las misas, así que, prohibió su uso.
En el siglo XVII, el zar Miguel Feodorovich ordenó cortar la
nariz a todo el que llevara tabaco encima. En las mismas fechas, el sultán
otomano Murad (Amurates) decretó la pena de muerte para el que consumiera
tabaco. En 1650, se prohibió su consumo en Sajonia, Baviera, Zúrich y en
algunas otras regiones de Alemania.
En España el número de fumadores aumentó, primero en
Andalucía. En 1620 se creó la primera fábrica de tabaco europea en Sevilla, y
en 1636 se fundó la Tabacalera Española. El cigarrillo se inventó muchos años
después, se piensa que en Sevilla.
En el siglo XVI sólo fumaban los nobles y pudientes. Al tirar
las colillas al suelo, la gente pobre, empezó a recogerlas, machacar el tabaco
y envolverlo en láminas de papel y fumarlo.
4 comentarios :
Ana:
Entonces ahora se tiene mayor contemplación que antes con los tabaquistas.
Parece que el problema de los fumadores de tabaco es histórico, aunque ellos defiendan a rabiar su hábito.
Hay un famoso tango titulado "Fumando espero" (Al hombre que yo quiero ...) Y es famosa la frase "Dejar de fumar es muy fácil, yo mismo he dejado de fumar miles de veces" que algunos atribuyen a Groucho Marx y otros a Mark Twain.
Tanto defienden su adicción como lo expresa la siguiente frase:
"La vida me gustaba más con humo... he dejado de toser, de expectorar, mi hipertensión ha disminuido y la isquemia cardiaca que padecía ha desaparecido. En cambio, me siento mucho más sola" atribuida a Cristina Peri Rossi.
Pero uno creía que la cuestión del tabaco y su condena médica y social eran recientes y debidas a las investigaciones contemporáneas que demuestran su nocividad.
Gracias por poner en contexto a los que, airados, deben salir de la oficina para fumar su cigarrito.
Víctor parece que siempre ha habido gente a favor y en contra del tabaco, sabemos que es nocivo para la salud, pero creo que todos somos mayorcitos para saber si queremos fumar o no hacerlo.
Lo que me parece fatal es el fanatismo con el que los no fumadores defienden su no consumo, los peores los que lo acaban de dejar.
Yo personalmente hace casi cinco meses que lo deje, pero no por ello tengo que prohibirle a los que lo hacen que lo sigan haciendo.
Besos.
Ana:
Dejar de fumar es muy difícil por el alto contenido adictivo de la nicotina (de Nicot).
Tal vez por eso le resulte intolerable a quienes dejan de fumar el olor a tabaco. Debe ser que la tentación es grande y de ahí el fanatismo.
Como bien dices, pues de otro modo no tendría que importarte lo que hagan los otros, salvo que te perjudiquen.
Víctor, al final lo importante es el respeto para los que si y para los que no. Un beso.
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