5 de junio de 2013

FABRICACIÓN DE UN AMULETO EN LA ANTIGÜEDAD


Según los magos de la antigüedad para obtener buenos amuletos, es necesario conocer en primer lugar las diferentes maneras de fabricarlos.

Entre los árabes, la más usada era la que empleaba el sabio Alaka Bajamet Alaja que vivía en la Meca. Este famoso mago estaba incesantemente al pie del altar de las ofrendas, sentado sobre una alfombra, siguiendo la costumbre utilizada por ellos.

Allí bajo los augurios y la ayuda del gran sacerdote Mahometalit, escribía y grababa los amuletos, los cuales formaba sobre un trozo de pergamino virgen, tomado de la piel de un corderito blanco.

La tinta que usaba en los signos y dibujos, era preparada con sangre que extraía de las venas de las vírgenes sacerdotisas, a la que añadía salvia de plantas sagradas y tinta mineral. Esta tinta mineral se hacía con una disolución de los siete metales que tienen la influencia y representación de los siete planetas.

Una vez grabadas y dibujados con los signos cabalísticos, se les perfumaba y colocaba sobre el altar de los siete sacrificios. Luego se doblaban en cuatro trozos y se envolvían en un papel blanco que contenía algunos versículos del Corán escritos en árabe.

A todo esto se añadía una medalla, pasada antes por el fuego del sacrificio, con signos cabalísticos y se colocaba todo sobre una pequeña bolsita de seda roja. Luego se perfumaba con las plantas sagradas y olorosas, destinadas al profeta.

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