DISTINTAS ÉPOCAS DEL CALZADO
En la antigüedad, el
calzado era muy simple y con pocas diferencias, casi siempre se limitaba a una
plantilla de cuero o de fibras vegetales trenzadas, y que iba sujeta al pie
mediante cintas o correas.
El calzado grecorromano dio
una gran variedad al tipo de suelas. El calzado de los militares romanos fue la
cáliga, que era una sandalia con unas correas que se ajustaban por encima del
tobillo. En roma el calzado indicaba la clase social, los cónsules usaban
zapatos blancos, los senadores zapatos marrones cogidos por cuatro cintas
negras de cuero atadas con dos nudos.
En la Edad Media se
utilizaban las babuchas y los botines con la punta muy larga, y botas altas y
ajustadas. El material más corriente era la piel de vaca, pero los botines y
las botas de mayor calidad estaban fabricados de piel de cabra.
Durante el Renacimiento
se puso de moda entre algunas mujeres (principalmente cortesanas y prostitutas)
unos zapatos especiales para la lluvia llamados chapines que llevaban unas
plataformas de hasta 75 centímetros de altura.
En el siglo XVIII se utilizaban zapatos con hebillas y botas de
campana para montar. A principios del siglo XIX las mujeres empezaron a usar
zapatos de raso o cuero con tacón, sujetos con cintas a la pierna.
Hasta 1850 los zapatos no
tenían ninguna diferencia para un pie o para otro. Se confeccionaban rectos y
podían ser calzados indistintamente en los dos pies.
El origen de la numeración
en los zapatos es inglés, el rey Eduardo fue quien señalo las medidas. La primera
referencia de la industria del calzado en Inglaterra es de 1642, cuando Thomas
Penddlton preparó 4000 pares de zapatos y 600 pares de botas militares.
A mediados del siglo XIX
empezaron a aparecer las primeras máquinas auxiliares para la confección de
calzado. En la cuarta década del siglo XX se ampliaron los materiales, se
empezaron a usar gomas y materiales sintéticos.
0 comentarios :
Publicar un comentario