23 de agosto de 2010

SORTIJAS MÁGICAS

Desde siempre, los grandes sacerdotes, los señores feudales, los emperadores, los guerreros más célebres, todas las personalidades que tenían algún poder, llevaban un anillo como símbolo de fuerza.

Una sortija que ha perdurado a través de la historia es la que forma parte de los bienes de la familia escocesa Graemes. Se le conoce como “anillo de Inchbraikie” o anillo de la bruja por haber pertenecido a una hechicera escocesa llamada Kate McNiven, cuya fama transcendió la zona de Monzic en la que vivía y se difundió por toda Escocia.

Se dice que gracias a él podían resolverse posesiones diabólicas, curar embrujamientos y hasta sanar a los enfermos.

La hechicera utilizaba su poder para anunciar a los campesinos de la zona las mejores fechas para sembrar y cosechar, y predecía con exactitud las lluvias, las tormentas y otros fenómenos meteorológicos.

El anillo de Kate McNiven era de oro, y llevaba engarzado un zafiro azulado sin tallar. Han circulado muchas leyendas de cómo el anillo de la hechicera fue cambiando de propietarios a través del tiempo.

Otra historia que tiene al anillo como protagonista es la de Rommel, el conocido Zorro del Desierto que llevaba siempre un anillo de oro con un sello talismánico en la parte superior, el sello del Sol, jamás se lo quitaba, y nunca hablaba de su origen, sólo contaba que había pertenecido a su familia desde tiempos inmemoriales.

Al morir, Rommel llevaba el anillo en la palma de la mano, como si no hubiese podido aceptar que su talismán no le salvara de la muerte.

0 comentarios :