LIMONERO

El limonero (árbol de la familia de las rutáceas) parece tener su origen en el Asia occidental, a orillas del río Éufrates, en ese clima tan especial y adecuado para su desarrollo se dice que llega a alcanzar hasta veinte o más metros de altura. Llegó a Occidente durante la Edad Media, fueron los árabes los que lo introdujeron en España en el siglo XII, extendiéndose entonces por todo el litoral mediterráneo. Los españoles fueron los encargados de llevarlo a América.

Existen muchas variedades de limones, las variedad españolas son; fino (el de piel más fina, más grande, y pocas semillas) y verna (el que tiene la piel más rugosa, menos semillas, y menos acidez).

Desde tiempos remotos ya se conocen sus cualidades medicinales, habiendo sido empleado como contraveneno en muchos casos. Pero no solamente el limón y su zumo fueron empleados como medicina, sino que todo el limonero tiene aplicaciones para fines medicinales.

Las pepitas del fruto machacadas se han empleado como vermífugo infantil. La infusión de sus hojas se recomendaba para ciertos trastornos nerviosos por su acción antiespasmódica.

El aceite esencial contenido en la corteza del fruto es estimulante y contra la tenia o solitaria. La corteza del árbol, especialmente la de la raíz se empleaba para bajar la fiebre.

De la piel, se obtiene la esencia de limón, utilizada como aromatizante y para fabricar perfume, aceites…

ÓLEO- NATURALEZA MUERTA CON LIMONES EN UN PLATO DE VINCENT VAN GOGH