FRESAS Y BELLEZA

En todas las épocas las mujeres han utilizado las fresas para realzar su belleza. Isabel de Baviera se bañaba en zumo de fresas, en primavera y verano. Madame Tallien, se sumergía en un baño de fresas y frambuesas machacadas, después de lo cual la frotaban suavemente con esponjas impregnadas de leche perfumada.

Existen varias formas de utilizar las fresas en la belleza corporal. Si se tiene la piel muy sensible hay que tener cuidado, pues nos pueden dar alergia.

Las fresas resultan una excelente máscara facial. Se machacan unas cuantas fresas maduras y se embadurna con ellas el rostro. Hay que dejarlas secar y, si es posible, dejarlas actuar durante toda la noche, lavándose la cara a la mañana siguiente con agua templada. La mascarilla de fresa ayuda a eliminar las pecas y mejora el cutis.

El zumo de fresas tiene fama de eliminar el sarro de los dientes. Si no se tiene pasta dentífrica se puede aplastar una fresa en la boca y restregarla por los dientes. Deja un sabor limpio y refrescante.

Para elaborar una loción fortalecedora y astringente, se llena hasta la mitad un recipiente con brandy. Se le añaden fresas asegurándose que el brandy las recubre completamente. Se tapa herméticamente el recipiente y se deja en un lugar caliente durante una semana.

Se cuela el contenido, reservando el brandy (las fresas pueden comerse). Se pone otra cantidad de fresas en el brandy añadiéndoles alcanfor BP (polvo de alcanfor sintético ) y se deja reposar unos días.

Se vuelve a colar, pero esta vez las fresas no pueden comerse, hay que tirarlas. Esta loción se aplica por la noche para mejorar la tez.