ZEUS Y GANÍMEDES

Zeus no amaba sólo a las mujeres, la leyenda cuenta la historia de Ganímedes, un bello joven que pastoreaba en las laderas del monte Ida. En ese monte lo ve Zeus y sucumbe a sus encantos, entonces se trasforma en águila y se lo lleva volando al Olimpo donde lo recompensa con la tarea de escanciar el néctar de los dioses.

El escritor del siglo II d.C., Luciano de Samósata, cuenta en sus “Diálogos de los dioses” las peleas entre Zeus y Hera (su hermana y esposa), por este motivo.

Dice Hera: -“Desde que arrebataste del Ida a ese muchacho y lo trajiste aquí, me haces menos caso Zeus.

Zeus le respondió: -¿También estás celosa, Hera, de este muchacho tan inocente? Yo creía que sólo te enfadabas con las mujeres que tienen relaciones conmigo.

Su mujer le contesta:- No está bien lo que haces, este muchacho incluso vive con nosotros […]. Y nunca tomas la copa de sus manos sin darle un beso antes, en presencia de todos, y ese beso te resulta más dulce que el néctar. Y cuando él ha bebido, tomas la copa y bebes en ella poniendo tus labios en el mismo sitio que él lo hizo, para seguir besándolo mientras bebes”.