LA REPUTACIÓN DE MARÍA ANTONIETA

La vida que llevo María Antonieta en sus primeros años en la corte francesa causo criticas hasta de sus más allegados.
Su propia madre le advertía desde Viena, diciéndole:

“Puedo pasar por alto, que descuides la moral y la reputación de una mujer, o la convirtáis en vuestra amiga, tan sólo porque sea encantadora, pero que los requisitos de admisión en vuestro circulo sean un comportamiento escandaloso, una moral deficiente, y reputaciones mancilladas o perdidas, es algo que os causa un daño infinito”.

Su hermano José en una visita de incógnito en 1777 le hizo las mismas advertencias.

Eso no era nada en comparación con las acusaciones sobre María Antonieta que circularon en todo tipo de panfletos anónimos.
En principio estos folletos procedían de sus enemigos en la corte de Versalles, que la desprestigiaban con amoríos inverosímiles con sus cuñados, o poniendo en duda la paternidad de su hijo Luis XVII.

Al estallar la Revolución las críticas alcanzaron un tinte violento. En los mese posteriores a la huida de Varennes en las calles se vendían folletos como; “Los furores uterinos de María Antonieta”, y caricaturas que representaban a la reina como un pavo real, un vampiro, una pantera…