EL NEGOCIO DEL CIRCO ROMANO
Los juegos circenses en la Antigua Roma, eran un gran espectáculo a los ojos del público que los contemplaba, pero el verdadero trasfondo era el gran negocio que movía millones de sestercios a lo largo del año, proporcionando trabajo a miles de personas.
Cada facción con su “dominus” al frente, agrupaba a un numeroso grupo de libertos y de esclavos que trabajaban a fin de que todo estuviese a punto para la competición.
A ellos se añadían los agentes en las provincias encargados de proporcionar los mejores caballos, los transportistas, los intermediarios y un montón de personas.
Los aurigas eran la cabeza visible de la facción y los personajes más importantes para los espectadores.
Mantener este dispositivo originaba gastos enormes que corrían a cargo de los magistrados que organizaban los juegos durante la República y, más tarde, de los emperadores.
A parte de todos estos gastos, también se deben contabilizar las apuestas del público que presenciaba las carreras, que fue la causa del enriquecimiento y la ruina de muchas personas.
En este negocio quién verdaderamente ganaba eran las oficinas de apuestas, muchas de ellas controladas por caballeros o por funcionarios de la casa imperial.
0 comentarios :
Publicar un comentario