LOS CELTAS Y EL VINO

El vino fue un importante comercio durante la Edad del Hierro. Proveniente del área mediterránea, llegó en abundancia hasta los celtas.

Los galos eran muy aficionados a beber vino y lo consumían en grandes cantidades, era consumido sin moderación y sin mezclar, lo que les llevaba a la embriaguez. Eran capaces de pagar por él un alto precio, llegando a cambiar un esclavo por una botella de vino.

En las celebraciones de fiestas y ceremonias en las que se consumían cantidades colosales de bebidas alcohólicas y de comida tenía entre los celtas un importante valor para mantener la cohesión social de la comunidad.

Estos festines se celebraban en alrededor de un fuego en el que se cocinaban grandes piezas de carne. Los invitados se sentaban en un círculo, donde el personaje más importante se colocaba en medio, a su lado lo hacía su huésped, y el resto se sentaba alternativamente a uno u otro lado según el rango que tenía. Durante el banquete se contaban historias y leyendas de héroes, o contando sus proezas con otras tribus.