ORIGEN DEL SUDOKU

Aunque parezca un invento del siglo XXI, el origen del sudoku es antiquísimo, hay que buscarlo en los milenarios cuadrados mágicos, a los que siempre se le han atribuido propiedades esotéricas, ya que servían para las artes adivinatorias, y para la astrología.

Civilizaciones como la egipcia, la árabe, la china o la griega y los usaban. Aunque en Occidente no se introdujeron hasta la Edad Media. Se hacían grabados en plata y se utilizaban para protegerse contra la peste negra.

En el mundo del arte también han estado presentes, y un ejemplo puede verse en el Templo de la Sagrada Familia, en Barcelona, que en su fachada de la Pasión. diseñada por Antoni Subirachs, siguiendo las pautas de Gaudí, la constante matemática es 33, justo la edad que tenía Cristo al morir.

El sudoku nació hace más de 200 años. El 1783, el matemático suizo Leonhard Euler planteó el problema de los llamados cuadrados mágicos, pero no sería hasta finales de la década de 1970, cuando en Nueva York, se convertiría en un fenómeno popular.

En los 80 de la mano de una publicación japonesa, volvió a aparecer y se llamó Suji wa dokushin ni kagiru (los números deben estar solos), pero al resultar demasiado largo, al final se quedó en sudoku (número solo). De ahí paso a Inglaterra, Italia y de allí al resto de países entre ellos España.

El juego consiste en completar los números de una cuadrícula con 81 celdas (del 1 al 9 y sin repetir ninguno) de forma que, sumados en todas direcciones, el resultado sea el mismo.