LOS ÚLTIMOS AÑOS DE ISABEL FARNESIO
Isabel, no salía de sus habitaciones, nunca traspasó los límites de los jardines del castillo. Pasaba el día de la manera más extraña y solo se pasaba todas las noches despierta. Desaparecida para el mundo y hasta para la luz del día, solamente se ocupaba de su salud y de la salvación de su alma.
En 1759 la muerte de Fernando VI y la subida al trono de su hijo Carlos III, rey de Nápoles, despertaron en el fondo de su corazón ambiciones que estaban dormidas. Como Carlos se encontraba reinando en Nápoles, pidió a su madre Isabel que reinara como regente, ella aceptó. Gobernó como regente de España entre agosto y diciembre de 1759. Carlos III mantuvo a su madre junto a él, asesorándole en todos los asuntos políticos.
A finales de 1765, se retiró al Palacio Real de Aranjuez, llena de achaques, normales por su avanzada edad. Murió a la edad de setenta y tres años, el 11 de julio de 1766. Fue enterrada junto a los restos de Felipe V en el Palacio Real de la Granja de San Idelfonso.
0 comentarios :
Publicar un comentario