PEZ LEÓN

 

El pez león puede que no tenga un aspecto particularmente felino. Uno de sus apodos más adecuado es quizá pez escorpión, ya que aunque parezca inofensivo, su picadura es bastante agresiva. En la parte superior del cuerpo tiene unas espinas en forma de agujas, hasta 18, con ellas este pez inyecta un potente veneno, aunque su intención no es matar, sino solo defenderse cuando se siente amenazado. Aunque la picadura es muy dolorosa para los humanos y suele producir vómito y problemas respiratorios, es muy raro que produzca la muerte.

El pez león no es un experto cazador en el mar. Es un depredador de emboscada; cualquier posible presa que pase cerca como: pequeños peces, diminutos crustáceos como gambas…, será víctima de los rápidos reflejos del pez león, que no deja ocasión para luchar, simplemente se traga a sus presas enteras.

El pez león es original de la región del Indo-Pacífico y desde los años 90 su población ha aumentado en otros mares tropicales como el Caribe y el Golfo de México. Tiene una longitud de entre 30-38 centímetros y puede llegar a pesar 1,2 kilos. Su dieta es carnívora y su vida media hasta los 15 años.

Las rayas de su cuerpo están formadas principalmente por rayas blancas y rojas, disuaden a los posibles depredadores. También les sirven para camuflarse en los arrecifes. Las aletas pectorales son translúcidas, a veces el pez las extiende como un abanico para atrapar peces pequeños. Los tentáculos carnosos sobre los ojos y debajo de la boca se usan para atraer a las posibles parejas y/o para confundir a sus presas. El veneno de las espinas es un cóctel de una proteína, una toxina neuromuscular y un neurotransmisor (acetilcolina).