ORIGEN DEL BIBERÓN

El biberón tiene una antigüedad de más de 3000 años, no tenía mucha aceptación ya que se prefería la lactancia materna a la artificial. En la Antigua Roma utilizaban unos recipientes pequeños con dos agujeros, en ella se metía la leche que el bebé consumía en un día. A los bebés que se resistían a dejar el biberón llegados a una edad, se les llamaba “mamotretos”=”apegados al pecho”. A los niños a los que se destetaba también se les llamaba mamotretos, para consolarlos se les daba una tetina de ubre de vaca desecada (mamadera).

En la Edad Media se usaban unos barrilitos con dos asas de barro, con un cordón se los colgaban al bebé al cuello, en su interior había leche con licor de azúcar.

A mediados del siglo XVI, Enrique II de Francia, promovió el uso del biberón. Creó una fábrica en Saint-Porchaire (Francia), donde se fabricaban biberones como si de obras de arte se tratase. Estaban hechos de cerámica con adornos de todo tipo. En ese mismo siglo, en Castilla, existían unos biberones de esponja y de cuero remojado.

Hasta el siglo XVIII, la tetina estaba realizada por una tira de algodón enrollada, uno de los extremos se empapaba en la leche del recipiente, el otro extremo, el que el bebé se llevaba a la boca y succionaba, salía al exterior por otro agujero más estrecho.

En el siglo XIX se empezaron a fabricar los primeros biberones y chupetes de goma. Se trataba de botellas de cristal con tetina de goma.