MEDICINA MAYA

La medicina maya se basaba en la idea de “la fuerza de la vida”, según ellos, esa fuerza se puede dirigir adonde sea necesaria. Esa fuerza se encontraba también en las plantas de donde se sacaban muchos remedios. Las enfermedades se clasificaban en calientes y frías, se utilizaban alimento calientes para tratar los males fríos e inversamente.

Los médicos mayas tenían sus propias recetas para las distintas enfermedades que afectaban a los pacientes, algunas de ellas:

El dolor general lo solucionaban provocando en el paciente un estado de semitrance con sustancias psicoactivas, las mismas que se utilizaban en los rituales. Se utilizaban flores, hongos, tabaco y plantas, se secaban y se fumaban. Si el médico lo veían conveniente se le suministraba al paciente una lavativa para una absorción rápida y que el dolor desapareciera de inmediato.

Los mayas estaban muy avanzados en odontología. Fabricaban dientes postizos de jade o turquesa (a los pacientes de clase social elevada). Los empastes se hacían con pirita. Para adornar los dientes se realizaban cortes y perforaciones en las que incrustaban jade o pirita.

Para las picaduras se tomaban baños de vapor (temazcales). Esos baños también servían para bajar la fiebre, aliviar las molestias de las parturientas y para el reumatismo. Utilizaban vapor caliente para ayudar a purificar y preparar el cuerpo para una vida sana y longeva.