ROLLS-ROYCE

El primer Rolls-Royce se dio a conocer en el Salón del automóvil de Londres en 1906. Los “culpables” fueron Charles Rolls y Henry Royce. El modelo que presentaron fue el “Silver Ghost”.

Las características de los Rolls-Royce son el colmo de la elegancia. Los salpicaderos están fabricados en madera de nogal, donde un equipo de expertos se desplaza a los bosques de California, para elegir y comprar los mejores árboles.

El cuero de la tapicería proviene del norte de Escandinavia, ya que, en esa zona no hay apenas insectos y eso hace que las pieles de los animales sean las idóneas. Se emplean de diez a doce vacas para los asientos. Solo una piel entre quinientas supera los controles de calidad, para que los tapizados sean perfectos.

Los radiadores están hechos a mano y a ojo, sin la ayuda de ningún aparato de medida. Se tarda un día entero en soldar las juntas de las once piezas de acero inoxidable, que son las que lo componen. El remate final, es poner sus iniciales en la parte trasera del radiador, esto tiene una explicación, si se llegase a averiar él sería el encargado de arreglarlo.

En los primeros coches, el radiador estaba rematado con un tapón redondo con las dos erres de sus diseñadores, rotuladas en color rojo, a la muerte de Charles Rolls en 1910, una de ellas pasó a ser de color negro. Después de la muerte en 1933 de Henry Royce, pasaron a ser negras las dos.

En 1911 Henry encargó al escultor Charles Sykes, una figura que coronase la parte externa del radiador. Después de hacer un viaje de pruebas con uno de los coches, quedó tan deslumbrado, que pensó que una estatuilla de la diosa alada del Éxtasis, era lo ideal.

Las estatuillas se producen mediante el proceso llamado a la cera perdida, proceso descubierto por los chinos 4.000 años atrás.

Los pasos a seguir son; rodear el modelo de la figura de cera con un material refractario al calor, seguidamente, se calienta todo el conjunto. De esta manera, la cera se va derritiendo poco a poco y deja un espacio vacío en el cual se derrama metal fundido. Al romper la envoltura refractaria, una vez que se enfría, aparece una estatuilla idéntica y perfecta del modelo de cera. Una vez terminado ese proceso, se pule a mano con polvos de hueso de cereza.