LLUVIAS EXTRAÑAS

En muchos momentos de la historia se han producido lluvias de toda clase de cosas; sapos, peces, caracoles, mejillones, gusanos, lana, tierra de colores, etc. Parece ser que estos fenómenos se producen al quedar atrapados esos objetos o animales por los remolinos que acompañan a las tormentas.

En el año 371 en la región francesa de Artois cayó una lluvia de lana, seguida de una de agua grasienta. La tierra de esta región era totalmente estéril, después de eso, se convirtió en fértil. Esto dio lugar al culto del Santo Maná, que se sigue celebrando en la Catedral de Arrás.

En 1786, en Puerto Príncipe, Haití, tras una buena temporada con sequía, cayeron huevos negros pequeños. Algunos de estos huevos fueron empollados, naciendo de ellos unos seres no identificados que, rápidamente perdieron la piel, eran muy parecidos a renacuajos.

En 1804, muy cerca de Toulouse, llovieron sapos. En 1813, en Italia, cayó una lluvia roja, parecida a gotas de sangre. Analizaron las gotas y era agua con hierro y cromo. En 1838, en Londres, llovieron ranas y renacuajos.

En 1857, en Montreal, Canadá, cayeron miles de pequeños mejillones. En 1859, en el condado ingles de Glamorganshire, llovieron peces. En 1876, en el estado norteamericano Kentucky, concretamente en el condado de Bath, la lluvia fue de trozos pequeños de carne.

En 1884 en Francia llovieron hormigas, en 1906 en Milán, también hormigas. También en 1906, en Bilbao, llovieron codornices. En 1901, en Palermo, llovió sangre, se comprobó, más tarde que era lluvia con polvo de color rojo.

En 1971, en Sidney, Australia, cayeron partículas amarillas. La explicación es que eran desechos de polen no digerido por las abejas, que había por la zona. En 1977, en la localidad inglesa de Devizes, sobrevoló una enorme nube de heno que descargo en el centro del pueblo.

Mi experiencia personal es, no recuerdo muy bien el año, alrededor del 77, al salir de casa para ir al colegio estaba toda la calle completamente llena de pequeñas langostas de tierra o saltamontes. Todavía recuerdo la sensación y el sonido tan desagradable al pisarlas.