LOS PRIMEROS CABALLOS

Hasta el año 2000 a. C., los animales que se usaban para transportar cosas pesadas eran los bueyes y los asnos. El buey era fácil de sujetar gracias a sus cuernos fuertes, pero era un animal torpe y lento. El asno era más inteligente, pero era pequeño y no podía tirar rápidamente de las pesadas carretas de ruedas macizas.

Hacía el 2000 a. C., en algún lugar de Mesopotamia fue domesticado un animal de las estepas muy veloz; el caballo salvaje. Era mucho más grande y fuerte que el asno y corría como el viento.

Al principio, parecía inútil para el transporte. No tenía cuernos para ponerle arneses, y los iniciales métodos de enganche intentados oprimían la tráquea del caballo y casi lo ahogaba.

Parece que en un principio el caballo servía más para alimento. Fueron los nómadas quienes aprendieron a usar el caballo. Durante mucho tiempo fue un recurso exclusivo de ellos.

En principio, las ciudades carecían de caballos y del espacio necesario para entrenarse en este nuevo modo de desplazamiento.

En algún momento se ideó un método para utilizar al caballo para la tracción ligera especializada; el carro.