3 de agosto de 2011

HISTORIA DEL PAPEL



La invención del papel se atribuye a Ts'ai Lun, ministro de la corte china a principios del siglo II. Según se cuenta, observó que una pulpa producida con fibras derivadas de los trapos, corteza de morera, cáñamo y hierba podía comprimirse sobre un cedazo, en el que perdía una gran cantidad de agua, y formaba una especie de vellón, separado éste del cedazo y sometido a un prceso de secado se obtenía una lámina que podía aliarse con determinados aprestos a fin de producir una superficie apropiada para escribir sobre ella.

Los árabes que conocieron el procedimiento cuando ocuparon Samarcanda a mediados del siglo VIII, introdujeron el papel en Europa, primero en España y más tarde en Sicilia.

La sucesiva difusión del papel en el resto de los países europeos se debió a los artesanos italianos, quienes sustituyeron la manipulación de los trapos por un proceso mecanizado a base de mazas movidas por molinos de agua, e introdujeron el encolado con gelatinas animales que daban mayor consistencia y duración a las hojas.

En el siglo XV, con la invención de la imprenta, el papel acabó por desplazar al papiro. La pila holandesa, máquina desarrollada a finales del siglo XVII, sustituyó el proceso de trituración de la materia fibrosa con mazas y dió un gran impulso a la industría papelera.

La invención de la máquina de papel continuó a finales del siglo XVIII, debida al francés L. N. Robert, el perfeccionamiento de ella a lo largo del siglo XIX y la incorporación de las pastas mecánicas, gracias a la invención por F. G. Keller de la desfibradora, prefiguran la moderna industria papelera.

2 comentarios :

profedegriego DICE

En esta era del e-book, Ana, somos muchos los que aún preferimos el tacto y el olor característico de los libros reales, ese aroma inconfundible a papel nuevo y tinta de las librerías o ese otro añejo y fragante de las bibliotecas. Te lo dice una auténtica bibliófila.
Mil saludos.

Ana DICE

Profedegriego, yo me lo leo todo, tanto es así que si no tuviera más "narices", hasta un e-book me leería. Un beso.