EL DILUVIO UNIVERSAL (VERSIÓN CELTA)

La mitología celta tiene su propia versión del Diluvio Universal. La historia arranca en el mismo punto que la Biblia, Dios anuncia a Noé la destrucción del planeta.

La historia celta continua así:

Birth, hijo de Noé, le pide a su padre que le permita embarcarse en la mítica arca que estaba construyendo, el padre se niega porque Bith había abandonado el culto a Dios y veneraba a falsos ídolos. Sin embargo, su amor de padre le impedía dejar a su hijo a merced del Diluvio, así que le recomendó que fuera hacia las regiones más occidentales del mundo, donde el Diluvio no le alcanzaría, concretamente a la región de Corca Guiny.

Toda la tribu de Birth se embarco en tres naves y el trayecto duró siete años y tres meses. Finalmente tan sólo llegó a las costas irlandesas un barco en el que se encontraban Birth y su hija Cessair, dos hombres (Ladru y Fitman) y cincuenta muchachas. Cuando llegaron a la nueva tierra, los hombres se repartieron a las 51 mujeres (Cessair fue adjudicada a Fitman) y se repartieron en las diferentes tierras. Ladru acabó muriendo por exceso de mujeres y a Bith le ocurrió lo mismo.

Así que viendo el panorama y dándose cuenta de que lo que podía parecer un sueño para cualquier hombre era en realidad un terrible castigo, Fitman huyó.

Algunas versiones de la historia dicen que se fue con Cessair, que era la única mujer a la que amaba, aunque otras dicen que se fue sólo. Lo cierto es que tras su huida, el Diluvio asoló la Tierra, acabando con todas las mujeres. El único que se salvó fue Fitman que huyó a las montañas más altas y que según cuentan vivió hasta el año 551 de nuestra era.