LOS AMOTINADOS DEL POTEMKIN

En junio de 1905 en el Mar Negro, los marineros del acorazado Potemkin, el buque más portentoso de la armada imperial rusa, se quejan de la comida, y es que la carne de la sopa está tan podrida que apesta y tiene gusanos. Los oficiales insisten en que se la deben comer, ante la negativa de la tripulación los amenazan con matarlos. Los marineros entonces se sublevan.

Matan al déspota capitán Gólikov y arrojan el cadáver al agua. Otros mandos sufren el mismo destino, o son tomados como prisioneros, un buen número de ellos se unen a los amotinados.

Con el control del barco, intentan que su pequeña revolución, sea imitada por otros buques y puertos vecinos como Odessa, pero la llamada Libertaria se topa con la robusta maquinaria zarista.

La Flota del Mar Negro, persigue al acorazado y las rebeliones en tierra son aplastadas. Aislados durante once días, los marineros del Potemkin terminan por entregarse a las autoridades rumanas en Constanza.

Terminaron en manos del gobierno zarista, y fueron entregados a los tribunales. Algunos de ellos fueron ejecutados y otros enviados a prisión.

Esa fue la primera gran revolución de masas que se produjo en el ejército y en la flota, y la primera gran unidad de tropas zaristas que se pasó al lado de la revolución.