SALVANDO VIDAS-3
Cuando Galileo era profesor en la Universidad de Padua,
entre los estudiantes estaba Harvey, quien, después de obtener allí su título
de médico en 1602, continuó adelante para ser el fundador de la fisiología
moderna. Fue Harvey quien demostró por primera vez el funcionamiento del
corazón y la circulación completa de la sangre.
Aunque se especializó en higiene, y fue unos de los primeros
que insistía en temas de buena salud más que de buenos modales, el químico Max
Joseph von Pettenkufer rechazó la teoría de los gérmenes causantes de
enfermedades. Dijo que lo demostraría, y lo hizo de manera milagrosa; tragó
deliberadamente un virulento cultivo de bacterias de cólera, el que no
enfermara continúa siendo, siglos después, motivo de asombro.
No solo los animales y las plantas están en proceso de
evolución. También lo están los gérmenes. La difteria, por ejemplo, había sido
una enfermedad benigna antes de 1735, cuando adoptó repentinamente una forma
fatal en una epidemia en Kingston, Nueva Hampshire. Ni una sola de las primeras
40 víctimas se recuperó.
Un tratamiento común para la peste en el siglo XVII
consistió en colocar sobre los carbunchos una polla viva, a la cual le habían
arrancado las plumas de la cola, para que succionara el veneno. Cuando el ave
se infectaba y moría, la sustituían por otra. El tratamiento se repetía, hasta
que la última polla escapaba del contagio, y entonces se pensaba que el
paciente se recuperaría. El tratamiento de la polla viva, introducido por
primera vez en 1603, todavía era común durante la gran peste de 1655 en
Inglaterra.
0 comentarios :
Publicar un comentario