16 de mayo de 2017

LOS HUICHOLES Y EL MAÍZ (LEYENDA MEXICANA)



Los huicholes estaban cansados de comer siempre lo mismo, por eso querían alguna cosa que pudieran comer todos los días, pero de maneras diferentes. Un joven huichol había oído hablar del maíz y de sus diversas maneras de cocinarlos, pero se encontraba muy lejos, al otro lado de la montaña, eso no lo desanimó y se puso en marcha.

Al cabo de un tiempo de viaje, vio una hilera de hormigas y sabiendo que eran las guardianas del maíz, las siguió. Cuando el joven, cansado, se durmió, las hormigas, devoraron su ropa, dejándolo solo con su arco y sus flechas. Desnudo y hambriento se puso a llorar.

Entonces un pájaro se posó en un árbol próximo. El joven lo apuntó con su arco, el pájaro le regaño y le dijo que ella era la Madre del Maíz, invitándolo a seguirla hasta la Casa del Maíz, donde ella le daría permiso para coger lo que estaba buscando.

En la Casa del Maíz se encontraban cinco bellas doncellas, las hijas de la Madre del Maíz: Mazorca Blanca, Mazorca Azul, Mazorca Amarilla, Mazorca Roja y Mazorca Negra. Mazorca Azul lo encantó con su dulzura y su belleza. Se casaron y volvieron a la villa Huichol.

Después, como por encantamiento, la casa de los recién casados se llenaba cada día de espigas que la decoraban como flores. Las gentes venían de todas partes porque Mazorca Azul les ofrecía espigas a manos llenas.

La bella esposa enseñó a su marido a sembrar el maíz y a cuidar los cultivos. Mazorca Azul enseñó a los habitantes del pueblo a colocar fuego alrededor de los cultivos para espantar a las bestias que buscaban las espigas de maíz tiernas.

Los ancianos cuentan que Mazorca Azul, después de haber enseñado todo lo que sabía, se molió ella misma y es de esta forma que los hombres conocieron el excelente atole, una bebida caliente que se prepara con granos de maíz molidos.

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