21 de mayo de 2014

LA ALIMENTACIÓN EN EL ANTIGUO EGIPTO


En el Antiguo Egipto existía una gran diferencia entre la alimentación de las clases altas y la del pueblo llano (90% de campesinos). Al palacio del faraón llegaban a diario y en grandes cantidades todo tipo de manjares, sobre todo cuando celebraban alguna fiesta, por esa razón la mayoría de los funcionarios de palacio eran carniceros, pasteleros, panaderos, cerveceros, etc.

En un papiro del Imperio Nuevo, se describen los alimentos para celebrar la llegada del faraón: 17.000 panes, 100 cestos de carne fresca, 100 de carne seca, 100 bandejas de fruta, 70 carneros, 50 sacos de pasas, 100 manojos de hierbas aromáticas, 60 sacos de granadas… cerveza, vino, leche…

Los productos de lujo (dátiles, higos, granadas, uvas, melón, sandía, almendros) se cultivaban en los vergeles privados de los templos. Los postres eran muy dulces y eran muy importantes en las comidas egipcias. Hacían unas galletas con la apariencia de los emblemas reales que el faraón comía en ceremonias de coronación.

Cultivaban una gran cantidad de variedades de lechugas, más allá de simplemente consumirla, creían que el líquido lechoso que sueltan al cortarlas recordaba a los antiguos egipcios el semen. Por esa razón se convirtieron en ofrendas al dios Min.

Las personas humildes tenían una dieta muy escasa. Se alimentaba sobre todo de pan y cerveza, que ellos mismos elaboraban en sus hogares. No consumían carne por su elevado precio. Consumían frutos, legumbres, tallos tiernos de papiro, bulbos y raíces de loto, queso, y pescado que capturaban en las aguas del Nilo. Quien podía consumía carne de antílopes, erizos, liebres, ratones, y hienas. Las aves que más consumían era la oca, que engordaban para obtener el paté.

La manera más habitual de cocinar la carne era a la parilla, era más olorosa y más adecuada para las ofrendas. Se solía hacer con un espetón al que se daba vueltas sobre las brasas. También se cocinaba en ollas y cacerolas.

Entre los egipcios estaba mal visto comer un animal en el que podía encarnarse una divinidad; vacas, ovejas, algunos pájaros y peces. Existían también unas normas y unas prohibiciones al sentarse a la mesa: Si se sentaba a la mesa de alguien superior a él, debía aceptar lo que le diera y pusiera ante él, fuera lo que fuera, no debía mirarlo delante de su superior.

Fotografía-Carnicería en El Cairo

2 comentarios :

Anónimo DICE

muchas gracias, por cierto lindos ojos

Ana DICE

Anónimo, muchas gracias, seguro que tus ojos también son lindos. Un saludo.