LA SOCIEDAD MAYA
Los mayas vivían agrupados en ciudades-estado. Las alianzas y los conflictos bélicos entre las mismas eran frecuentes y tenían como fin el dominio político, económico y comercial, el tributo en mano de obras y especies.
El poder recaía en reyes que legitimaban su estado emparentándose con los dioses. De ellos dependía el curso de la vida. Tras los gobernantes venían los sacerdotes, guerreros, comerciantes y arquitectos. Al nivel intermedio pertenecían los constructores, los sirvientes de los gobernantes y los artesanos. Tras los campesinos, el nivel más bajo lo ocupaban los esclavos.
El pueblo, integrado por campesinos, artesanos o peones que intervenían en las obras públicas bajo el control de funcionarios. Estaban obligados a los señores, al igual que los dirigentes de urbes sometidas, mediante mano de obra, tributos e impuestos, sumisión ritual y reclutamiento militar.
La familia constituía la célula base. El matrimonio era un pacto entre familias. La división de tareas marcaba las responsabilidades de los cónyuges. La mujer dedicada por entero a las tareas domésticas, cocinaba, tejía los vestidos, criaba y educaba a los hijos, cuidaba de los animales domésticos y cultivaba el huerto familiar. El hombre cuidaba de la milpa, cazaba y participaba en los ritos religiosos. El divorcio, en casos especiales, estaba permitido, pero muy raramente la poligamia.
Los mayas estaban predestinados desde su nacimiento. El sacerdote era el encargado de esclarecer los designios del recién nacido, su profesión, su futuro y de acuerdo al calendario recibía un nombre totémico.
En la parte occidental de Yucatán, se anteponía el prefijo “Ix” para las mujeres y “Ah” para los varones. Tras la ceremonia del “descenso de los dioses” o bautismo, que simbolizaba el acceso a la edad adulta (16 años para el hombre y 12 para la mujer), añadían el apellido paterno y eran considerados aptos para contraer matrimonio. Tras la boda sustituían el prefijo “Na” y anteponían el apellido materno delante del paterno. También existía el apodo.
5 comentarios :
"Ix" Ana, si yo tambien creo que todos estamos predestinados desde nuestro nacimiento.
Bonito post. (Bueno.... todos).
Un saludo.
"Ah" Odoagro, yo también lo creo. Mucho tiempo sin pasar por aquí, gracias por tu visita, un beso.
Maribel, igualmente para ti, un beso.
No estoy nada segura...
Yo me inclino más a pensar que el destino no existe, se va creando según nuestros propios pasos y decisiones. Es dificil determinar algo que aun no ha ocurrido.
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Mani... nunca vamos a saber si el destino existe o no, cualquiera de las dos opciones es válida, yo creo que está escrito al nacer, pero por otra parte, podemos cambiarlo en un segundo tomando una decisión acertada o equivocada. Un beso.
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